top of page

🩺 Cuando el médico duele más que la enfermedad

  • Foto del escritor: Victoria Ramos
    Victoria Ramos
  • 28 may
  • 3 Min. de lectura

La historia real de una paciente con fibromialgia


Buscar ayuda médica debería ser una experiencia de alivio. Un lugar seguro. Un paso hacia la mejora. Pero para quienes vivimos con enfermedades invisibles como la fibromialgia, acudir al médico puede ser otra forma de dolor.


He tenido muchos encuentros con profesionales de la salud. Algunos han sido valiosos, humanos, compasivos. Pero otros —demasiados— me han lastimado más de lo que jamás lo hizo la enfermedad.


🚨 La consulta que me rompió


En una de las crisis más duras que viví, fui derivada a una consulta en una clínica del dolor y cuidado paliativo. Me atendió una doctora en año de práctica. Yo esperaba escucha, respeto, orientación. En cambio, recibí juicios y frases que todavía me retumban como ecos de violencia emocional.

Me dijo —tras apenas cinco minutos de consulta— que probablemente yo era una niña consentida, que no sabía enfrentar problemas, que como no trabajaba, seguramente mi esposo me dejaría… sin saber que hace años estoy separada, que soy madre de tres hijos, que he trabajado desde el dolor, que he sobrevivido a mucho más de lo que ella podría imaginar.


No me preguntó por mi historia clínica. No leyó mis antecedentes de intento de suicidio. No escuchó mi contexto. Solo miró mi rostro y lanzó cuchillos envueltos en palabras técnicas.


🧠 Lo que pasó después: una crisis de fibroniebla, de alma y de cuerpo.


Al salir de esta consulta, no sabía ni quién era, caminé más de una hora sin rumbo en los pasillos largos de ese hospital, sin reconocer el entorno, llorando, desorientada. Cuando volví a mí, estaba sentada en las escaleras de un parque cercano, sin saber cómo había llegado allí. Ese día no me dejaron entrar a la consulta acompañada, así que mi acompañante me espero fuera del hospital, si ese día mi acompañante no hubiese estado esperándome cerca al hospital, no sé qué habría pasado. Si me hubiese ido en otra dirección, si la tristeza me hubiese vencido.


¿Quién habría respondido a mis hijos por mí?


🩻 ¿Qué enseñan en las facultades de medicina?

Me pregunto:


¿Por qué se forman médicos sin enseñarles empatía?


¿Por qué no se exige aprender a comunicarse con pacientes con dolor crónico?


¿Por qué no se permite que un paciente vaya acompañado, si claramente su condición no es solo física, sino emocional?


¿Por qué no se toman en serio los antecedentes de salud mental en pacientes crónicos?


¿Acaso no es tan importante el alma como el cuerpo?


📘 Una historia que otros necesitan leer

Comparto este episodio en mi libro “Victoria: Renaciendo de las cenizas del dolor” no para señalar a una persona, sino para ponerle rostro al sufrimiento invisible que muchos pacientes cargamos también por culpa del sistema.

Mi historia es la de miles.

Personas que fueron tratadas con indiferencia, con crueldad, con soberbia.

Personas que solo querían un poco de alivio… y se fueron con más heridas.


💜 Si eres médico, estudiante de medicina o trabajas en salud


Por favor, lee este libro. O al menos este capítulo.

Te aseguro que no es solo un testimonio.

Es un espejo. Una advertencia. Una oportunidad de mejorar.

Tus palabras pueden sanar

O pueden empujar a alguien hacia el borde.

Y a veces, solo una palabra marca la diferencia entre la vida y la desesperación.

Si tú también has vivido una experiencia médica que te lastimó, quiero que sepas esto:

No fue tu culpa. Tu dolor es real. Y mereces ser escuchada.


📘 Conoce toda mi historia en


Fibromialgia, mi experiencia, Victoria Renaciendo de las cenizas del dolor

Disponible en Amazon y en mis redes sociales.


Frase motivacional, fibromialgia



 
 
 

Comments


bottom of page